Juan Bielovucic Cavalié nació en Lima el 30 de julio de 1889, sus padres fueron Juan Miguel Bielovucic y Adriana Cavalié Le Bihan. De niño se fue a radicar a Francia, realizando sus estudios en el Liceo Jeanson de Sally donde obtuvo el grado de Bachiller en Letras y Filosofía y destacó tanto como buen alumno, así como deportista. Estudió pilotaje en la escuela de los hermanos Voisin en Reims y consiguió su licencia de piloto con el nro. 87 en el Aeroclub de Francia el 10 de junio del 1910, iniciando así su carrera de aviador que lo llevó a competir en los diversos circuitos aéreos de Europa en donde logró destacadas victorias.
El 8 de enero de 1911 retornó al Perú procedente de Francia contratado por la «Liga Nacional Pro-Aviación». Bielovucic instaló su campo de vuelo en el Hipódromo de Santa Beatriz, armó las aeronaves que trajo y después de realizar las pruebas finales estuvo listo para alzar vuelo.
El 15 de enero en el Hipódromo de Santa Beatriz ante un grupo de invitados entre los que se encontraba el Presidente Augusto B. Leguía y Ministros de Estado y siendo las 11:51 a.m. Bielovucic alzó vuelo en su avión «Voisin» y se suspendió en el aire. La escena generó gran emoción entre el público asistente y aunque el vuelo fue corto y solo alcanzó una altura de 40 metros, pasó a formar parte de la historia ya que por primera vez un avión surcaba los cielos peruanos y era uno de los primeros países sudamericanos en tener este privilegio.
El 4 de marzo de 1911 se inaugura la Escuela Nacional de Aviación, uno de los principales motivos por el cual Bielovucic retorna al país para ocupar el puesto de director y ser uno de sus instructores ayudando a formar a militares y civiles como pilotos. El 28 de marzo de 1911 el gobierno le otorgó a Juan Bielovucic el grado de Alférez de Reserva del Ejército Nacional.
El 25 de enero de 1913, Bielovucic repitió la hazaña de Jorge Chávez cruzando los Alpes convirtiéndose en el segundo aviador en el mundo y de nacionalidad peruana que lograba tal hazaña. Al iniciarse la Primera Guerra Mundial, Bielovucic no podía ser ajeno al llamado de su segunda patria, Francia, y se enlistó para participar en ella, pilotando diversas aeronaves con las cuales cumplió misiones de observación y de localización de puntos estratégicos del enemigo. Su destacada participación en la guerra le valió ser condecorado y recibir las siguientes distinciones: «La Legión Francesa», «Gran Cruz de Aviación de Francia», «Gran Cruz de Guerra Belga», «Orden del Rey Leopoldo I», «Orden de la Corona de Italia» entre otras. Al término de la guerra se licencia de la aviación militar y se dedica a la aviación civil.
Retornó al Perú en marzo de 1930 y el gobierno en reconocimiento de su servicio al país lo ascendió al grado de Teniente Comandante de Aeronáutica. Poco después, por motivos personales Bielovucic vuelve a Europa, en donde lo sorprende la Segunda Guerra Mundial, participando como miembro activo de la Resistencia Francesa. Al término del conflicto se dedicó a los negocios y actividades relacionadas con la aviación. En el Perú se le distinguió con las condecoraciones: «Cruz Peruana de Aviación de Primera Clase» y la «Orden del Sol de Perú en el Grado de Comendador».
El 10 de enero de 1949, estando en París, sufrió un derrame cerebral que lo postró inconsciente en cama siendo internado en el Hospital de Chaillot, falleciendo cuatro días después a las seis de la mañana del 14 de enero. Sus restos fueron depositados en la iglesia de Saint Pierre de Neully en París en donde un batallón de paracaidistas del ejército francés le rindió los honores como Comandante de la Aviación Francesa al Pionero de la Aviación Peruana.